Graba todo con su cámara. Las nubes teñidas de color rosa por un cielo que cierra los ojos tímidamente, las hojas que se dejan llevar por el viento, cada tono discordante que se rebela, el movimiento del mundo por sutil que pretenda ser, la poesía que dibujan los pájaros que regresan al nido antes de clausurar la función… Todo queda registrado mientras recuerda la mañana en la que despertará. El amanecer que seguirá a la noche que está a punto de vivir. La noche que sin ser grabada será recordada. Se acuerda de todo aunque todavía no haya ocurrido. Pues todo es tan intenso que no le hace falta. Desde el primer plano hasta el último.