2023

Nos decimos que 2023 es solo un número, como ya lo fue 2022, 2021 o cualquiera de sus predecesores, y es cierto, pero eso da igual. Porque no importa lo que nos decimos, sino lo que creemos. Y no deberíamos, pero elegimos creer, porque cualquier otra cosa no tiene sentido. 

Estamos aquí, otro año más, con la excusa de un número, pero qué más da. Lo importante es que estamos y que podemos intentar aprovecharlo, por nosotros y por los que ya no están, esos a los que echamos de menos cada día. Y aunque quizás 2023 no sea más que una excusa, puede ser la excusa perfecta para darnos una nueva oportunidad. Porque no escribo para los que ya la tienen, escribo para aquellos que no son capaces de encontrarla. Esos que siguen luchando cada día por salir adelante y que, en estas fechas, aunque quizás sientan que no hay que celebrar, o no tengan con quién hacerlo, pueden encontrar un pequeño respiro entre tanto caos gracias a un simple número.

Y no se trata de que en 2023 se vayan a arreglar las cosas, porque puede que no sea así, pero en el fondo, ese en el que nos refugiamos cuando no somos capaces de seguir el ritmo del mundo que nos rodea, creer que ese número no es solo un número, como queremos creer en tantas cosas que no necesitan ser ciertas ni nada más que lo que son para hacernos tener una pizca de fe, diría que parece la mejor opción para que este no sea un día más, ni un día menos, sino la excusa perfecta para tener un poco de esperanza, que ya es más de lo que muchas veces la vida te concede.