Tacko Fall, el gigante de 2’29 metros, ante su última oportunidad de entrar en el Draft

Hasta 5 tapones colocó el pívot de UCF en su debut este curso 18/19 en la NCAA

Algunos ya estarán alerta y sabrán de quien hablamos al mencionar el nombre de Tacko Fall, pero para aquellos que no le conocen se trata del jugador más alto de la NCAA con 229 centímetros de estatura y 2’56 metros de envergadura.

Uno de los eternos candidatos a entrar en el Draft de la NBA, vive su año de senior en UCF con una última bala en la recámara para poder ganarse una plaza en la próxima edición.

Paso a paso, una de las 40 personas más altas del planeta, ha ido madurando sobre la pista, y se puede apreciar en la forma de entender el juego desde su posición (pívot). De hecho, uno de los puntos fuertes del senegalés es su inteligencia sobre la cancha, la que se refleja también en sus estudios. Tacko ya expresó que quiere ser científico y dejó una frase para el recuerdo… “Tus capacidades físicas se acaban perdiendo, pero el conocimiento dura para siempre”

En su debut ante Rider esta campaña, Tacko demostró la que es su gran arma en la pintura: su capacidad intimidadora. Hasta 5 tapones colocó en 17 minutos de juego. Sin embargo, no brilló en el apartado ofensivo, quedándose en 4 puntos y recibiendo pocos balones en su zona de confort. Además, capturó 6 rebotes, pero nos queremos quedar con otros factores.

Tacko se mostró muy centrado en la zona, pero con nula repercusión más allá de la pintura, lo que no sería un problema si en defensa se aplicase un poco más lejos del aro. Que puede taponar e intimidar en las inmediaciones de la canasta está claro, pero debe trabajar para resultar peligroso a cinco/seis metros.

Su estatura le permite ser un eje sobre el que centrar la ofensiva. Se clava, fija a su par y la pide arriba. No necesita más. Cerca de canasta se cuelga sin elevarse. La suelta como si jugase con una pelota y en una canasta de esas que se anclan en la pared y en las que muchos hemos jugado de pequeños.

Fall es una torre, una torre que espera recuperar su mejor versión defensiva. En su curso de sophomore se adjudicó el premio a defensor de año en su conferencia (AAC) y lideró a los caballeros de la UCF para dejar a sus rivales en una media de 36’5% en tiros de campo. No obstante, un problema que debe solventar para encontrar su mejor versión, y con el que deberán tratar aquellos que apuesten por él en el mundo profesional, es su anatomía. Sufre mucho físicamente debido a su cuerpo, por lo no puede contar con tantos minutos.

A pesar de los inconvenientes que presenta, sus puntos fuertes son demasiado apetecibles, y sería raro no verle la próxima campaña en un equipo de categoría en Europa o probando suerte en las ligas de verano de la NBA.

Fall es el faro de UCF, el faro que alumbra el camino de su equipo. Con ingredientes y centímetros más que de sobra para triunfar, el senegalés es un candidato serio a destacar en su último curso en la NCAA y ganarse con ello un billete para la noche del Draft 2019. Si no progresa rápido acabará en la D-League estancado, pero tiene lo necesario para contar con minutos en la NBA.

Artículo publicado en Gigantes: 07/11/2018

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s